Si algo de lo que viene aconteciendo en estos días me sorprende, es la capacidad de dibujo que tienen algunos gobernantes y actores pero no de las tablas sino de la grilla. Ni hablar de la capacidad a secas, que se quedó sin los lápices y el papel de china para poder explayarse ante la actualidad mexicana y mundial. “Y de qué actualidad me hablas”, sorprendentemente me pregunta una moneda perdida entre los cojines del sillón. Sí, siempre las monedas aparecen cuando el domingo sarmiento se pone riguroso y las preguntas se caen del periódico electrónico para celular.
El gobierno mexicano llegó a las resumidas cuentas de que 100 días para ponerle fin al delito organizado, los secuestro y demás, no llegan a ser suficientes. De lo que sí se puede dar uno por persuadido, me chista la moneda con Benito en la frente, es que: “100 días vienen a ser los necesarios para asegurarnos de que la inseguridad está en su salsa y que, o nos dejamos de hacer los desavisados o el verdadero delito penado por la ley va a ser hacerle caso a la legalidad". "Por cierto, sácame de acá, ¿no?”, me dice la moneda de Benito Juárez acuñada tiempo atrás por algún gobierno que tampoco supo bien cómo estaba eso de los días, las fechas y el tiempo que toma cambiar el curso de la historia.
Ya con la moneda en mi mano, “y gracias por sacarme de ese lugar lleno de basura que ni tú sabes qué hace ahí”, me agradece la moneda, digo medio pensativo, si es que eso se puede hacer a medias, que la verdad estoy de acuerdo con que es medio loco asegurar que en 100 o en 200 días se va a acabar con el hampa. “Ya ves, ponerle fecha a los eventos no es fácil” ¿Cómo que ponerle fecha a los eventos no es fácil? “Y sí, es como si yo hubiese dicho que exactamente el 15 de julio de aquel 1867 la república iba a estar restaurada” Pero si sí lo dijo. “Bueno, pero esos son los clichés que más tarde se le ponen a los eventos noticiosos; la república se restauró muchos días después y no en esa afamada fecha”, me aclaró la moneda de Benito. “Entonces, ponerle fechas a los acontecimientos o devenires histórico no es algo bueno per se, porque sino, ¿de qué van a trabajar los historiadores? ¿Vendiendo chalupas?”
Así, antes de darme cuenta de que no sólo estaba hablando con una moneda, otra vez, me avivo de que Benito estaba queriendo decir que la inseguridad en México o la de cualquier país, no se puede dar como descartada en 100 días u otra cantidad de tiempo predeterminada. “Habrá que esperar y ver qué pasa”, inflexionó la moneda al mismo tiempo que me pidió que la metiera en la caja de monedas viejas junto a sus compañeras metalizadas.
Eso hice. Y de paso me propuse no enjuiciar los lapsos de tiempo en que se dice se van a resolver los problemas como el del crimen organizado en México. Mejor hablar de cómo hacerlo que en cuánto tiempo. Es decir, es una aventura muy complicada afirmar que en 100 días se va a acabar la inseguridad y, además, que se compre ese calendario como bueno es, como diría un amigo de Mandraque, ese es otro chiste. Amén.