domingo, 29 de noviembre de 2009

¿Mamarracho? (ensayo periodístico)


El periódico que unas monedas compraron esa mañana de domingo decía que en Argentina todo era un mamarracho. ¿Mamarracho?, pensaron los ojos del lector, ¿qué es un mamarracho?
Después de un par de café y tostadas con manteca y mermelada de zarzamora, saca de la galera algo de lo aprendido, tal vez, en la escuela primaria o secundaria; “si no se entiende lo que se lee, entonces, se relee”, pensó. Ahora sí que como diría Condorito: “¡eureka!” Por eso, esa nota un tanto rara fue releída por este transeúnte del café y las tostadas, sin tomar en cuenta lo prohibido por las leyes anti-tabaco. Así leía la columna:

(El Vaticano, Roma, Italia. Enviado especial) En un fin de semana de turismo por Roma, Cristina Fernández de Kirchner fue a un convite por los 25 años del tratado entre Chile y Argentina por el Canal de Beagle. Sin importarle que los referentes políticos con los que, exactamente hace 25 años atrás ella y su “dorima” tenían en el PJ de la Renovación, no apoyaban las gestiones de Alfonsín en el tema, Cristina se puso las mejores pilchas y se mandó para el Vaticano. Sin importarle, tampoco, que no contó con la dignidad de invitar en la comitiva a Dante Caputto, el mejor diplomático argentino de los último tiempos y artífice de la mediación papal en el conflicto con Chile en 1984. Sí, 1984. Un año y un título sugestivo.
Lo que es un mamarracho y sugestivo, entonces, es la parada de doña Cristina en el Vaticano, con Hugo Moyano, la CGT, Taiana y todos los que en su tiempo votaron por el “no” en el referéndum que hizo Alfonsín para aprobar o desaprobar esa especia de bula papal. Qué vergüenza, no tener el mínimo recato de invitar a la cita a Caputto y, en su lugar, llevar a Moyano. Y bueno, son signos de los tiempos K. En Argentina no hay tiempo para leer, menos para releer la historia. Mientras, Cristina cree que todo lo que pasó con Chile en Beagle fue obra sacra del Papa Juan Pablo II; Caputto, bien gracias.
“So sorry”, de Rita Lee.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Así bebió Pancho (revisited)

Ahora que las monedas del bicentenario están en la boca de todos y que se cumple un año del lanzamiento no-oficial del sitio en Internet de las Monedas Parlanchincas, se re-edita un cuento corto apócrifo que alguna vez supo ser censurado por el mismísimo editor de las monedas (por entonces, el Maestro cubano muy buena gente, José “Pepe”).

No hay nada como las controversiales palabras de un personaje de la farándula de la historia que en una entrevista cualquiera pone en jaque a toda la intelectualidad, para pensar en sucesos de la historia que quizá nunca se discutió como debería de ser. Algo de esta talla aconteció cuando encontraron que el joven Nietzche había sacado un libro para explayarse sobre el sentido metafísico de los recurrentes munchies de la población entre 17 y 60 años; esta vez le tocó a Miguel Hidalgo y Costilla, al cura Periñón de Ibargüengoitia, testificar en una ranchería verdades que pocas veces salen del clóset. Ahora resulta que a Pancho Villa no lo dejan estar en la moneda de 10 pesos conmemorativa para el Centenario de la Revolución Mexicana por sus hábitos etílicos. Hablando mal y pronto, a Don Pancho no lo acuñan en las monedas porque siempre le gustó agarrar la jarra.
Estas son las declaraciones off the record que un asalariado de los libros de textos de la SEP (de ahora en más “A”) punteó en una charla trasnochada con la moneda del Padre Hidalgo (“PH”).


A: ¿Dígame Padre, entonces no se elige así como así quién está en una moneda?
PH: Y no. Tú sabes que en el mundo del señor todo tiene sus procedimientos. Si no, fíjate en las arquidiócesis y cómo a mí no que no me querían ver en una moneda: ¡ni en figurita me querían ver esos jijos!
A: ¿Y usted puede afirmar, entonces, que alguna vez hubo algún caso de discriminación ante la nominación de algún héroe nacional?
PH: El caso paradigmático es el de Pancho Villa, que fue propuesto por un servidor, por Morelos y por otros compañeros más, pero fue declinado por su pasado con la bebida. Pobre Pancho, él na’más quería estar en una moneda.
A: ¿Cómo que por su pasado con la bebida?
PH: Y sí, Pancho ha sido bien conocido en la historia por su firme disciplina de ejercitar el codo. Es decir, nadie como Pancho Villa en sus últimos años para hacer una analogía sobre el alcoholismo y el fracaso. Cuando Pancho empezó a beber descontroladamente, allá en sus años de carranzista, todo se fue al diablo. Además, mientras yo alentaba a mis tropas a base de padres nuestros que estás en los cielos, Pancho las alentaba con tequila, pulque, mezcal, vino, con lo que haya, pues.
A: Pero, Pancho Villa es conocido por su disciplina, buen caracter y abstinencia. Él no bebía, o así se dice en los pasillos de la editorial de la SEP.
PH: Sí, es cierto. Pasa que no conviene dejar un mal sabor de boca cuando se está hablando de la historia con mayúsculas. Es decir: Pancho Villa era abstémio. Pero, en realidad, cuando murió Madero y Carranza lo había engatuzado con sus gestos de ruco buen pedo, la bebida alcoholisante entró a la vida de Pancho y sus camaradas. Por algo Zapata lo mandó a volar y después sus mismas tropas lo empezaron a abandonar; Pancho empezó a comportarse como que de manera errante, como nunca antes lo había hecho. Por eso no lo pueden ni ver, ni en la SEP ni en el Banxico.
A: ¿Y cómo se enteró usted de este caso?
PH: Estábamos en una cantina con Morelos…
A: (interrumpiendo) Parece que usted y Morelos son buenos amigos.
PH: Sí, con el Patotas la agarramos seguido. Pero como te decía, estábamos ahí y también estaba el Calendario Azteca, Don Quijote, Zapata; éramos una banda y, en una de esas, llega Benito Juárez para decirnos que había visto como le decían “ni madres” a la proposición de acuñar una moneda con la geta de Villa.
A: ¿Y qué les dijo Juárez?, me imagino que habrá sido algo difícil de explicar.
PH: ¡No’mbre!, contó que estaban en el Palacio de Gobierno con Carranza, López de Santana, el Rey Juan Carlos, y que Madero estaba diciendo que por qué no darle chance a la moción pro-Francisco, como para que Pancho no ande de desidioso otra vez sentándose en el sillón presidencial. Justo entra Pancho Villa a la sala, dando de topetazos contra las paredes y balbuceando unos 'muertitos' porque sabía que los estaba agarrando con las manos en el comal.
A: ¿Y qué pasó?
PH: Típico de Pancho. Venía destilando tequila, tenía salsa verde y crema en el bigote, y encima su vieja lo había dejado, por eso la güarapeta; vomitó encima de la vitrina donde está la Constitución de 1917 y se cayó al piso… ¿Cómo crees que una persona como Pancho iba a estar en una moneda mexicana? Yo extorsioné a la Virgen Morena, él se güacareó en la Constitución.
A: ¡No manches, así que por eso no quieren que Pancho Villa esté en la moneda rememorativa del centenario de la Revolución! Pobre de nosotros, no somos nada…

NUMISMÁTICAS APÓCRIFAS

Primicia: Beatriz Paredes admite que subir un punto porcentual el impuesto a los alimentos sería dejar de lado sus principios como mujer corpulenta.

De no creer: "El gober precioso" no se tira menores de edad, de vez en cuando se tira un pedo, huele mal y nada más.

¿A poco?: “La ‘ley Televisa’ no fue otra cosas que un gol de mitad de cancha para la libertad de expresión”: Creel.

Ahora resulta: Senador hidalguense del PRI admite que no suben el impuesto de Internet para que el pueblo no vea denegado su derecho a las páginas impúdicas.

Exclusivo: Dubai quiere ser la ciudad cede de los Juegos Olímpicos del 2020; ¿Y en México en qué la gastamos?

Internacionales: Ahora dicen que el General Perón no era hincha de Racing y Kirchner ya piensa en hacerse socio de Boca.

Aniversario: El sitio oficial de Las Monedas Parlanchinas cumple un año de estar en el aire. (Ampliamos)