jueves, 30 de abril de 2009

La Influenza llegó al día del trabajador


Y monedita, ¿cómo me contás que corre la historia?
Sobre ruedas Don Raúl, si su hijo va viento en popa.
Bueno, pero me refiero a lo del Dengue y la Influenza.
Ah, yo qué sé.
¿Yo qué sé?
Y sí Don Raúl, la gente anda como loca por una noticia que vino desde México. Y ni se sabe a ciencia cierta si están hablando de enchiladas, de jamón o de una enfermedad.
De fiambres tiene que ver; ¿viste que se murieron unas cuantas personas?
Sí, pobre gente…
Aunque la cosa no se queda ahí. Ya le andaban queriendo decir a la CGT que mejor no movilizaran gente para el día del trabajador.
¿Qué, no quieren mostrar que no hay más trabajadores?
No, nada que ver. Imaginate todas esas personas de color aglomeradas: contagio seguro de algún virus.
Eh, Don Raúl… ¿Y usted de dónde saca tanta información si ya está bajo tierra?
Vos sabés que los ex-presidentes tenemos un qué se yo con la SIDE.
No, no me quiero imaginar. Pero entonces, quedamos que no dejaron juntarse a los de la CGT por la Influenza.
Ahá, ¿y?
No, yo le pregunto a usted. ¿Qué cuenta la SIDE?
Locuras, qué esperás. ¿Cómo no se pueden juntar los trabajadores por ser gente de color morena? No los entiendo…
No, yo tampoco.

domingo, 19 de abril de 2009

Entre la tumba y la moneda testimonial

Buenas, buenas…
¿Qué, ya se despertó Don Raúl?
Ma’ qué despertar, si ya soy fiambre.
Bueno, no se me atore que por lo menos usted mortadela no es. Yo le decía por el 'buenas, buenas' con que cortó el silencio.
No te asustes, che. Tanteaba por si tenías ganas de charlar, viste que acá estamos como un poco solos.
Y hablando de acá, ¿qué va a pasar cuando ya le construyan su propia tumba en la Chacarita? No vaya a ser que le pase como al General Perón, sus manos, y a Evita. Y encima yo acá en su saco; la verdad que no ando como para más movimientos.
No te preocupes que a Chacarita no vamos, vamos a la Recoleta piba. Además, yo con esos: nada que ver.
Ah, ya es todo un cajetilla usted. Ya lo escuchaba decir: 'nos vamos a Recoleta, baby'.
No me digas eso, que nada que ver. Además por pensar así muchos se tragaron el sapo de Carrió y cia.
Cia no, Don Raúl, fue el ARI y después la CC.
Ya sé piba. ¿Y qué me contás de las candidaturas testimoniales?
¿Si tengo una fija?
Fija no, qué va. Qué me decís del disparate del que habla el violín del presidente.
¿Violín? Si ese suena más desafinado que banda militar.
¡Já! Sí, ¿no?
Y sí, Don Raúl. Usted imagínese que un tipo que no puede juntar los ojos y mira derecho, seguramente que no va a tener un proyecto muy focalizado que digamos.
Y vos imaginate que una persona con tendencias a entrarle duro a los postres, sobre ajustes, cinturones y recorte de víveres no ha de querer escuchar mucho.
Por eso le digo que la Gorda está bien: a ella la dieta no le cabe. Así que no creo que vaya a venir para hacer ajustes presupuestarios como otros lo han hecho.
Pero si en el Plan Austral entrabas vos moneda, digo Libertad; ¿de qué te quejás?
De nada, si somos de las monedas más lindas que hubo en la Argentina. Pero yo le decía por otros que no fueron usted, que hicieron monedas feas y recortes horrorosos.
Ah… no sé. Pero entonces, ¿cómo ves la movida de las candidaturas testimoniales?
Creo que si seguimos así, la verdad Don Raúl, vamos a pasar de las candidaturas a los votos testimoniales.
¿Votos testimoniales?
Sí, los votos testimoniales. Vea, ya que con las candidaturas testimoniales...
Bruta palabra, ¿no?
Y vio, uno se va de la tierra y los giles empiezan a inventar palabras nuevas. Pero como le decía, la historia vendrían a ser como que uno vota a alguien que en realidad pone el nombre en la boleta y nada más, después asume otro.
Más bien, después andá a cantarle a Gardel.
Así es. Con los votos testimoniales, entonces, la idea sería que el puntero vaya a votar a nombre de todos los habitantes del municipio, testimonialmente. ¿Me capta?
¡Sí, una ganga! Pero eso ya se hizo, che. Nomás se le decía diferente.
Muchas palabras nuevas desde que estamos en el ataúd. ¿Quiere que le haga un raconto?
¡No! ¿¡Vos que te creés que soy, un ignorante!?
Eh, Don Raúl… Usted sí que es bravo.
Bravo no: gallego.
Ah bueno, así sí…

viernes, 10 de abril de 2009

De tumbas y monedas


Ptss... ¡Ptss!
¿Qué, quién me habla? Ya me morí, por favor dejen de molestarme con mil paros generales.
No don Raúl, quédese tranquilo que no soy el fantasma de Ubaldini. Soy yo, La Libertad.
¿La Libertad? Ya sé que me morí y por fin soy libre.
Soy La Libertad, la escultura que usted mandó a poner en la frente de las monedas de 50 centavos de Austral. ¿Se acuerda que allá por el 88 salimos los australes y se pudrió todo por lo del logo de la moneda?
Ah sí: por lo de la A, mi apellido y esas giladas. ¿Pero qué estás haciendo vos acá en mi tumba?
Mejor ni me lo pregunte. Algún nostálgico que fue a su velorio, al pasar, me metió en el bolsillo de su saco antes de que cerraran el ataúd y como lo está notando, me quedé para siempre acá encerrada con usted.
Pensé que eras el fantasma de un milico, qué susto. Pero entonces, ¿cómo decís que viniste a parar acá Libertad?
No importa don Raúl, la verdad que estoy mejor acá que en algún puesto del Parque Rivadavia. Y para ahorrar preámbulos que al final no tienen nada que ver con la realidad, de lo que somos y lo que vinimos a hacer en este mundo, le quería decir que más allá de la hiperinflación y que a nosotras no nos querían ver ni en figurita, porque usted imagínese que 50 centavitos no servían para nada en aquellos años de “Cómo conseguir chicas”, las monedas de Australes siempre lo quisimos a usted. Me acuerdo del Ñandutí, que lo quería como si fuese su padre.
Está bien, ponete cómoda. ¿Viste el quilombo que se armó el otro día que me fui? ¿Te enteraste de algo?
Vea, como no quiere la cosa me enteré que el gobierno adelantó las elecciones a diputados y senados para junio.
Sí piba, eso ya sabía. Pero te hablo de mi funeral. Además eso pasó antes de que me trajeran para acá.
Ah, usted se refiere a si sé algo sobre la actualidad. Y, mire, mucho no sé. Pero me enteré que el primer-dama Néstor salió a decir que él y el Gobernador van a estar en las listas a diputados pero que en realidad no van a asumir los puestos después de las elecciones.
¿¡Qué, por fin les ganamos de antemano?!
No don Raúl, los tipos dicen que una vez que ganen ellos, van a asumir los suplentes en su lugar.
¡Pero eso es una locura!
Y bueno, vio que a lo muchachos del bombo nunca les importó la ética republicana. Y mire que por acá anda el Tula.
De ese mejor no hablés, y cambiá el tono que me hacés acordar a la gorda Carrió.
¿Y qué tiene Carrió?
¿Me preguntás?
Bueno, está gorda y se tiñe de más. Pero la chaqueña tiene huevos, don Raúl.
¡Qué va! Esa tiene un pedo cruzado en la maceta, sino cómo sería posible que no logren impugnar, como corresponde para un don nadie, al bizcochito éste.
Bueno, eso sí que yo no sé. Vio que la política es cosa complicada. Y además, ¿vio?, mucho no se entiende a los ejemplares políticos de este país.
Sí. Yo sé que quizá no hice todo lo que tenía que haber hecho como político...
Don Raúl: lo de Viedma era un mamarracho. Ni hablar. Pero yo no hablo de usted, sino de los que se quedaron que, aunque dijeron que se iban a ir todos en el 2001, ahí siguen. Por eso a usted lo lloraron todos los argetinos el otro día, porque cuando se vino para acá, y cuando a mí me metieron en su saco, la Argentina se dio cuenta que se había ido el último profesional de la política.
Ah, ¿entonces a vos te metieron de prepo en mi saco?
Sí don Raúl… pero no se preocupe por eso. Yo sé que usted era un tipo piola, un poco quedo, pero un político argentino de los que ya no hay. Por eso acá arriba hay flores y toda la parafernália.
Gracias ché, la verdad me emociona saber eso. Y felices pascuas, que la tumba está en orden.

lunes, 6 de abril de 2009

Exclusivo del mes de abril: pláticas en el panteón o charlas en el cementerio

Como alguna vez lo hicieron las revistas Satiricón y después Humor; como lo hacen muchos, que en estas épocas del año van a un panteón, léase cementerio, a pasar una noche en las tumbas de sus seres queridos para platicar, beber y regar flores; como muchos que van a algún cementerio a saludar y recordar seres entrañables en el más allá. Por eso hacemos: las pláticas del panteón.

Después de la zaga del mes de marzo, inconclusa por cierto, que mostró a un tío Cámpora desconocido y desorvitado en la embajada mexicana en Argentina (cortesía de la moneda derecha y argentina del 76), el mes de abril viene con un especial de ultra-tumba, muy acorde con la Semana Santa, la procesión de Cristo y las pascuas que los gringos llaman istern...

Canibaladas históricas de diferentes monedas amigas. Centavos que algún pariente de difunto perdió en un cementerio. Esto se viene en Las Monedas Parlanchinas, así que aguanten la raja y quédense con la vela en la mano, que este Semana Santa hay monedas hablando con próceres de ultra-tumba. ¿Quiénes? Quién sabe. Así que stay tune...


Patotas Morelos,

Miembro cohesionador de la crew que hace posible Las Monedas Parlanchinas (Inc.)