viernes, 29 de mayo de 2009

Editoriales # 7

Hoy, 29 de mayo de 2009, se cumplen 40 años de aquel movimiento que se dio a denominar “El Cordobazo”. El nombre lo puede decir todo, pasó en Córdoba, la provincia mediterránea más grande de Argentina, y no fue un día menor. Por eso, en este editorial de Las Monedas Parlanchinas escribe Mingo, la moneda de Sarmiento: el capo de las aulas argentinas.

A 40 años del Cordobazo (y a muchos más de la civilización)
Por: Mingo

Aquél 29 de mayo yo estaba muy de cerca del célebre Agustín Tosco, el líder obrero de la provincia de Córdoba que nadie entendía bien por qué era así de testarudo. Resulta que el tipo me había ligado en un vuelto del trolebús que tomaba de su casa al trabajo ida y vuelta. Pero como esa mañana se desayunó que los servicios de transportes de la ciudad estaban de paro, el tipo me llevó en su bolsillo todo ese día y el que le siguió también. Es decir, como para que los estudiantes, obreros y vecinos de Córdoba Capíiital no se acercaran al centro de la ciudad, ni para pasear, marchar o manifestarse contra el gobierno autoritario militar, los del gobierno de facto de Onganía mandaron a guardar todos los trolebús, colectivos y choferes de taxis de la ciudad y alrededores, de manera tal que nadie pueda ir a ningún lado en ese día, menos a un mitin para escrachar a los militares y los interventores de Córdoba. Flor de movida la de los castrenses, que siempre estuvieron muy al pendiente de esos obreros revoltosos y zurdos que alguna vez supieron llamarse anarquistas. Para ser honesto, los zurdos no fueron un problema cuando yo andaba en esas de la civilización o la barbarie, más que nada porque les cortamos la cabeza ya que eran cabezas, y cuando el Cordobazo tampoco lo fueron. O sí, porque Tosco era un líder fuerte y la gente lo seguía a muerte. Justamente, él hablaba de justicia social, del peronismo de izquierda, del socialismo cocinado por Cook, de los derechos que los humildes y trabajadores merecen, de la movilización, de la fuerza que tenía el pueblo unido y un montón de cosas más. Después al tipo lo metieron preso, justo el día después del Cordobazo, y yo fui a parar con un militar, quien en una tarde de borrachera me tiró al río. Ironías de la vida de una moneda; embustes de la vida nacional argentina, porque Tosco era un buen tipo, aunque era quilombero como el Gringo Mena. Que en paz descansen.

jueves, 28 de mayo de 2009

Editoriales # 6 / Informe Especial

Porque los editorialistas de Las Monedas Parlanchinas lo mencionaron, acá vamos. "Hace falta periodismo de investigación", dijeron. Por eso, en esta oportunidad, un movilero numismático amigo se reunió con monedas que, sin pelos en la lengua, tienen algo para decir sobre la actualidad de Argentina, en donde, entre otras cosas, faltan monedas en la calle.


La escasez de monedas ronda el Plata
Por: Piccolo Parlanchino (movilero invitado y amigo -si no, cómo)
Mediodía de calor sofocante. Mayo está que arde en Buenos Aires. Un calor de novela en otoño, y eso que dicen que el calentamiento global todavía no empezó. De todas formas, el calor no es inconveniente, el sudor tampoco, y la cita programada en la mesa de la vereda de un bar cualquiera, porque adentro no se puede fumar, se da sin problemas tal cual habíamos quedado. Así, este reportero se juntó con unas monedas que, como nadie puede entender, solamente explican que pueden hablar.
“Sabés lo que pasa, en el sindicato de monedas estamos cansadas de que las distintas comisiones de Derechos Humanos no nos den ni cinco de pelota”, dice una de las tres monedas argentinas de 10 centavos reunidas. Con todo y todo, uno no puede hacer más que asombrarse, porque nadie iba a imaginarse, en la época del uno a uno y los viajes a Miami, que las monedas iban representar un problema de Derechos Humanos. Todo un tema.

Para explicar el asunto, en arrebatos de merolico la moneda dorada de 25 centavos de 2008 habla de la discriminación que monedas como ella tiene que soportar. “Hay algunos taxistas pijoteros que si el viaje cuesta, no sé, ponele $10.05, le dicen al pasajero, ‘quedate con los 5”. O sea, la discriminación a los 5 centavos es tal que, como nos dice esta monedita, “los tacheros hijos de puta prefieren perder plata”. Además, parece que las monedas que salieron plateadas, como las de 25 centavos del 93, sufren todavía más las consecuencias del desprecio ciudadano. “En ese año hubo mucho lucro con el negocio de la falsificación”, revela.
En otras cosas, si bien esta moneda no tiene nada que decir sobre la tendencia que tienen los taxistas de escuchar Radio 10, la más a la derecha del dial, dice que el turco Haddad, “me tiene los ovarios por el suelo: él y el garca de su socio, Longobardi”. Pero mientras el panorama no es muy halagüeño y Radio 10 no informa nada, se sabe que el dueño de un kiosco soborna a un empleado bancario con chocolates para que le cambie billetes por monedas. “Esto es un quilombo”, como bien lo dice esta moneda mientras se toma un trago de Agua sin gas.
Así, mientras los entrevistados y yo tomábamos algo fresco porque el calor estaba como para arruinar cualquier clima de entrevista, los argentinos intentan por todos los medios conseguir las monedas que brillan por su ausencia. Según los analistas numismáticos que estas monedas frecuentan, la escasez está ligada a la inflación, ya que el constante aumento de precios hace que el cobre y el aluminio del que están hechas las monedas tengan más valor que su denominación. Además, “ya no se puede hacer mucho con monedas como nosotras, por eso la gente nos discrimina, se pone neurótica porque cree que somos mufa y nos anda vendiendo como metales fundidos por ahí”, dice el ejemplar de 1991 que alguna vez supo codearse con los Penny yanquis.
También está el problema del tráfico de cobre y aluminio. “Antes era un fenómeno propio de los barrios pobres, las villas, bah, en donde ni bien se instalaban los cableados eléctricos para dar luz a esos asentamientos irregulares, la gente se afanaba el cobre para revenderlo, es decir, hacer billetes con los cables y el cobre”, cuenta la moneda del 2008 que viene desde La Matanza. Antes como ahora, cada moneda de 50 centavos se hace con 5.3 gramos de cobre y 0.5 gramos de aluminio. Pero si la inflación se mantiene en el ritmo actual, dentro de unos años la moneda valdrá menos que el metal del que está hecha; es decir, si se vende la moneda en el mercado negro como un pedazo de metal, la moneda vale más por el cobre que por su valor nominal. Eso sí, admiten las monedas en la mesa, este negocio va a seguir en punta a menos que la actual crisis financiera global sea tan prolongada que el precio del cobre toque su mínimo y las monedas recuperen su valor monetario.
“Y no te olvides de lo devaluadas que estamos”, remarca la moneda de 25 centavos. Tiene razón: hoy en día se pueden comprar tan pocas cosas con una moneda de un peso (unos 30 centavos de dólar o unos 3 pesos mexicanos) que es más negocio fundir el metal que tratar de conseguir otras 19 para comprar una caja de chocolates. “Imaginate con una de 25, 10 o 5 centavos; te la tiran por la cabeza”, dice la misma moneda que admite haber volado por la Avenida 9 de Julio a velocidades extremas.

Problemas: teorías conspirativas y discriminación
Los argentinos adoran las teorías conspirativas y la discriminación. Desde la época de Perón y Evita, los ‘cabecitas negras’ fueron quienes mejor personificaron ese sentimiento fascista argentino; ahora se lo encajan a las monedas y también se especula con teorías conspirativas que enrarecen el ambiente de escasez de monedas. De todas formas, “no existe evidencia de que se estén fundiendo monedas para vender el metal. Lo que sí ha hecho su escasez es dar pie a un mercado negro en el que pseudo traficantes acumulan monedas para revenderlas tras el cobro de una comisión que a veces alcanza el 10 por ciento”, asegura la moneda de 50 centavos que además confiere que otras cosas pasan.
Por ejemplo, el Banco Central asegura que realiza emisiones periódicas de monedas y que debería haber en circulación al menos 125 por cada habitante. Sin embargo, nadie posee semejante cantidad, ni siquiera los previsores que las ahorran en la alcancía. “Además, nadie les cree nada a éstos sátrapas”, reclama la misma pieza numismática hoy venida a menos.
Mientras tanto, el Ministerio de Justicia inició recientemente una investigación sobre la transportadora de caudales Maco S.A. por acopiar cerca de cinco millones de pesos en monedas que se disponía a revender en el mercado negro. La compañía niega las acusaciones, pero desde que comenzó a funcionar en febrero, la línea telefónica de atención al público del Banco Central ha recibido unas 5 mil denuncias sobre reventa de monedas.
Con todo, la moneda de 10 centavos tiene una interesante estrategia para que la gente pueda conseguir cambio chico y no las discriminen más. Para mantener el nivel de ventas de un kiosco cualquiera ubicado en el centro de Buenos Aires, donde las monedas son indispensables por el bajo costo de la mercadería, cada semana el kiosquero puede entregar galletitas y chocolates a un empleado bancario amigo para que éste le cambie billetes por monedas. “Esta es una fuente mucho más segura y barata que la que usaban antes los kiosqueros, cuando pagaba 310 pesos a una compañía de autobuses a cambio de 300 pesos en monedas”, asegura la monedita que jura por su madre que no se banca la conspiración ni la discriminación.
Hablando de conspiraciones y teorías numismáticas, se dice que es obvio que la escasez de circulante metálico se debe a que hay gente que retiene las monedas para venderlas. “Un diarero amigo me contó que le han ofrecido cien pesos en monedas a cambio de 120 pesos”, dijo la moneda de 50 centavos, amiga del vendedor de diarios del puesto que queda en las calles Sanabria y Camarones, “ahí donde está la pizzería 'La Esponja'”, aclara.
Otro misterio que se agregó a este drama tragicómico fue la incautación de unos cinco millones de pesos (más de un millón y medio de dólares) en monedas de distintos valores en el depósito de una empresa distribuidora de caudales. Eso pasó en octubre del año pasado y el juez todavía investiga a la compañía por presunto acopio ilegal de dinero metálico. “Para mí que está todo arreglado”, dice la misma moneda bajo los 30 grados de calor.

Transporte público: otro drama
En Argentina, más precisamente en la Capital, las monedas sirven para muchas cosas que no se pueden hacer sin un par de chirolas en la mano. El colectivo, el subte, el tren, es decir, los medios de transportes, se pagan con monedas y nada más. Pero ese privilegio, como otros que los jubilados conocen bien (el de vivir dignamente), ya no va más. “Otro asunto de discriminación, nada más que en ocasión se trata de robots discriminando; estamos todos al horno”, se lamenta una vez más la moneda de 25 centavos. El asunto es que el gobierno argentino de Cristina Fernández de Kirchner, “la jermu del birolo”, como lo llama otra moneda de 25 centavos, sacó un plan para que las monedas ya no sirvamos más para viajar. Ahora, resulta, va a haber máquinas que sólo acepten tarjetas electrónicas para pagar el pasaje. Es decir, monedas no more.
Así, el sistema de subterráneos de Buenos Aires tuvo que aplicar días atrás un plan de emergencia: ante la falta de monedas para vender boletos durante dos días permitió que el millón de pasajeros que diariamente utiliza este medio de transporte viajen gratis. Los pasajeros de los subterráneos de Buenos Aires viajan gratis ante la falta de dinero metálico. Las compañías de transporte revenden en el mercado negro las monedas que colectan los autobuses porque así ganan más que haciendo lo que tienen que hacer.
Conseguir cambio chico en Argentina es una misión imposible. Por eso se pudrió todo y ahora para viajar ya no hay que pensar en monedas, sino en tarjetas. Otra derrota para la numismática, o no, porque ahora va a haber más stock para la colección.

El 7 de octubre pasado el gobierno de la provincia de Buenos Aires aprobó una ley que establece multas de 2,000 pesos y la suspensión por tiempo indefinido del servicio de las compañías de autobuses que revendan monedas. El Banco Central también instaló centros de canje de monedas en las tres principales terminales ferroviarias de la ciudad. Pero los pasajeros, que pueden cambiar hasta 20 pesos por monedas, se quejan de las largas colas que deben hacer para obtener el dinero metálico. Es decir, es todo un problema que todavía falta resolver y explicar con claridad. Say no more.







Agradecimientos:

BBC Mundo:
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_7672000/7672847.stm
CNN Expansión:
http://www.cnnexpansion.com/economia-insolita/argentina-sufre-escasez-de-monedas

jueves, 21 de mayo de 2009

Editoriales # 5

En otra entrega más, los editoriales de Las Monedas Parlanchinas (inc.) nos traen una buena: encontraron el fosil que relaciona al humano con los monos, changos y gorilas. Así las cosas, los antropólogos que hicieron el descubrimiento dicen que ahora sí la teoría de la evolución quedó comprobada, porque el fosil del changuito es la prueba de que de ahí venimos los hombres y mujeres de este planeta. La pregunta es de dónde vienen los héroes que después vienen a estar en las monedas de circulación legal y después ilegal. Todo un tema, por eso hoy nos escribe el gran Jorgito Washington, toda una figurita acuñada en generaciones de monedas de cuarto de dólar.

I told you before, get out of my door
Por: Jorgito W.¿Cuál viene siendo el resultado de tanta investigación sobre los orígenes del ser humano? Pues parece que los antropólogos sí pueden decir algo al respecto y hace unos días atrás lo mostraron. Y lo hicieron con un changuito farabudo que encontraron, cómo no, en África. Pero como ya se sabe que siempre está la iglesia y los fanáticos que se roban las Holy Bible que están en los burós de motel, los antropólogos también encontraron palos en la rueda de su teória de la evolución. Como quiera que sea, se encontró el eslabón perdido, el mono que estaba faltando, el primate que como buen pariente lejano no sabe nada de uno pero igual te quiere. Ahora ya se sabe, no venimos de la nada o de una manzana, venimos de los changos y a caballo. Amén.

domingo, 17 de mayo de 2009

Editoriales # 4


Se pudrió todo otra vez en México y el escándalo político volvió durante las campañas. Ahora no fueron videos que inculparan a algún candidato o funcionario del gobierno, la escandalosa actualidad se desata con las palabras del ex presidente Miguel De la Madrid. Así es. Para el que alguna vez lo dudó, las palabras son poderosas y hasta estruendosas. Por todo esto, en el editorial de hoy tenemos el honor de contar con la columna del mismísimo Patatas Morelos, la moneda del héroe de la independencia que también las hace de miembro cohesionador de Las Monedas Parlanchinas. ¡Enhorabuena!

El Alzheimer, De la Madrid y el folclor nacional

Por: Patotas Morelos

Por más acá que pueda parecer, la política es ese agujero negro que el hombre de Estado siempre lleva detrás. Que no se me malentienda, pues, porque lo que quiero decir es que el ex presidente Miguel De la Madrid, el mismo que a punto de terminar sus días dijo que iba a hablar por radio, cosa que no pude hacer yo, se las vio negras cuando Carlos Salinas lo mandó a callar por hablar groserías de él y su hermano Raúl. ¡Qué desmadre! Hay sí…
Esto es propio de las campañas mexicanas, digo, electorales. Porque el escándalo siempre estuvo presente, ya sea por un pinche video en You Tube, por un video-escándalo en Hechos, por los candidatos en sí, la lana que se gasta la iglesia o por las palabras de un ex presidente. Qué la arman tanto de a tos, preguntaría, si el escándalo es parte del folclor nacional. Ahora resulta que los frijoles y el arroz se cuecen porque un don habla en amplitud modulada. Y sí, qué de milagros en el mundo del señor, citando textualmente a mi colega el Cura Periñón.
O sea, si Salinas no tiene cola que le embadurnen, ¿por qué se molesta que don Miguel y don Alzheimer hablen, por fin, de lo que todos ya saben: de que acá se robaron todas las carnitas del asador. Ni el chicharrón dejaron los canijos. Y si no: ¿cómo se explica que un priista sea el mero-mero de la izquierda? Otro lugar olvidado de la historia mexicana, maya, tolteca, cholulteca, azteca y demás: a los políticos se les olvida que hay gentes que pueden pensar, aunque ellos no quieran. Por lo tanto, en este sentido, es decir… la gente ya sabe que don Miguel quiso decir lo que dijo, con todo y el Alzheimer, una enfermedad de la chingada, y que su hijo, otro junior más, no sepa que el folclor nacional ya está hecho.
Aunque no le guste a él o a sus cuates, el agujero negro del hombre de Estado mexicano son sus nepotismos y su parentela. Si no, ¿cómo se explica que Nicolás De la Madrid, el hijo del ex presidente confesor, diga que su papá no sabía que chingados estaba diciendo sobre la verdad mentirosa, sobre su sucesor y protector? De eso hablaba el don, de la verdad que no se quiere llevar. Ahora, ¿será verdad?
No sé, pero sí que llegó el momento de que en México se haga un juicio legal y justo contra Carlos Salinas de Gortari. El de la popular ya se hizo, por eso don Miguel, antes de dejar este lugar material, quiso hablar al tú por tú con una periodista que dice las cosas del tingo al tango. Es decir: algo parecido a lo que le pasó, hace poco en Argentina, a don Raúl Alfonsín, el padre de la con que se come, se educa y se cura. Y no se la curen, porque ha sido positivo que De la Madrid haya dicho lo que tenía que decir, como yo y las demás colaboradoras de este espacio de expresión parlanchino.

domingo, 10 de mayo de 2009

Editoriales #3

Si hoy Evita estaría viva, ¡mamita!, además de poder compartirnos unas reflexiones, seguramente tendría 90 años. Parece que no hay mucho para informar sobre esta mítica mujer que dejó con el tuje mirando para arriba a muchos varones. Ya se sabe que los diarios y revistas dicen que Eva nació un 6 de mayo, que fue la líder y compañera inquebrantable del mismísimo General Perón, que los ‘gorilas’ la tachaban de ramera y que muchas cosas buenas hubiese hecho si no hubiese pasado a mejor vida tan joven. ¡Viva el cáncer!, escribían unos en las paredes del Buenos Aires de comienzos de los años 50. Hoy, en este editorial especial de Las Monedas Parlanchinas, no se va a leer lo que escribieron gorilas o chimpancés en las paredes porteñas, más bien nos deleitaremos con las letritas puestas una atrás de la otra por la mujer del día: Eva, nomás que acá serán las palabras de la moneda (¡de 2 Pesos!) conmemorativa de Eva Perón hecha por el gobierno duhaldista en el 2002.

¿Evita testimonial?
Por: Evita Capitana

Compañeros, en este día tan especial, que también recuerda el día en que yo y muchas más salimos del Banco Central en formato de moneda conmemorativa de dos pesos que ya no eran dos dólares, la gente habla de la paridad de género y las candidaturas femeninas. También habla de campañas electorales y de una Evita testimonial. Yo no entiendo nada: ¿una Evita testimonial? Qué dilema, compañeros.
El General Perón siempre decía que nosotras las mujeres estábamos condenadas. Pero condenadas a liderar los designios de la patria, no los colores de las corbatas que nuestros maridos van a usar en la semana para combinar con los sacos. Además, siendo realmente honesta, al General no le gustaban las corbatas: él prefería el traje militar y el frac.
Entonces, como el compañero Moyano entenderá (y lo rescato porque es un digno ejemplo de la capacidad intelectual y la moral política de los trabajadores encolumnados en la CGT y el corazón de la familia argentina y peronista), que Nacha Guevara venga a ser candidata porque en una película hizo el papel de Evita, o sea porque hizo de mí, es una reverenda pelotudés. Está bien que el pueblo tenga candidatas mujeres y representativas del clamor popular; está bien que la figura de Evita, así como en la moneda, o sea yo, brille en las calles; pero, compañeros, dejémonos de joder con tanto quilombo y desvarío. ¿Qué es esto de Nacha Guevara, en su papel de Evita, como candidata testimonial del peronismo? En fin, se nota que el compañero Néstor es bizco.
Si el General estuviese en una moneda, o si se levantara de su tumba, dónde quiera que estén sus manos, seguro que se vuelve a morir. El compañero Kirchner se está comidiendo los lingotes de oro en las campañas, así que si con Nacha no salva la elección, mi nombre y el del movimiento se van a ver un poco devaluados. ¿Lo qué? ¿Justicia social? No, resulta que también es testimonial, como la paridad de género y la Nacha ‘Evita’ Guevara. Pero de todos modos y por el momento, compañeros: ¡viva Perón y feliz domingo para la juventud!

martes, 5 de mayo de 2009

Editoriales #2

Hoy, 5 de mayo de 2009, se conmemora el 147º aniversario de la Batalla de Puebla. ¡Qué memorias para los que estuvieron allí! Nomás que, hoy por hoy, es difícil encontrar a alguno de los que estuvieron allí peleando en el cerro de la Paz. Por eso nada más oportuno que el Beno, la moneda mexicana de diez centavos que en 1966 las autoridades del Banco de México decidieron hacer con el Benemérito de la Patria, Benito Juárez, como diseño de frente. Sin más, el especial de editoriales de Las Monedas Parlanchinas se viste de gala para una fecha muy especial y con un personaje más que estelar. Quizá, tal vez, las palabras del Beno nos dejen algo sobre el significado de esta fecha tan importante para el imaginario mexicano y poblano.


Como los franceses, la Influenza casi nos chinga el 5 de mayo
Por: el Beno

Creo que el título de mi columna lo dice todo y no es posible olvidar que el 5 de mayo de 1862 casi se nos caen los pantalones cuando los franceses llegaron en galeones al puerto de Veracruz aunque luego-luego peleamos por lo que nos pertenece con Toño, Lupe y Pepita, es decir, con todo, sí señores, peleamos por la patria y por nada más compatriotas, y nadie lloró, porque a llorar a la iglesia, pero hoy por hoy ni eso se puede porque como ayer se dijo un virus casi nos chinga por no estar buzos; pero a no alertar, decían mis comandantes que yo les decía cuando Maximiliano y Carlota iban llegándole al castillo de Chapultepec porque el cúnico no pandeó y no tiene que pandir por una pandemia ni por un par de güeros muy acá, además creo importante resaltar que la Influenza… a ver, ¿a cuántos mató? bueno, pues, no vengan a querer chingar otra conmemoración de la batalla que nos llevó a la gloria de a de veras, porque el 5 de mayo fue una batalla dura, muy repinada, sin albur, y ver que tantos años después se vuelve a festejar el coraje de los hombres, a mí, en lo particular, me conmueve, tanto que casi se me cae el lagrimón, cosa curiosa para una persona de mi talla, que si bien no era XXL como la de Porfirio, la mía sí que está al tiro, por lo que a veces vale la pena recordar las fechas que vinieron a representar los momentos culminantes para un país que estaba en su adolecencia, en el salir a la calle, a pelearse con los demás por unas botellas, ir de antro en antro y demás, por lo que se sabe bien que en la adolecencia los chamacos sólo quieren ir y venir de acá para allá, y entonces uno entiende el sentimiento malinchista de muchos jóvenes, pero eso no viene a decir que uno que es indio sea menos, porque menos es el que se cree menos, y eso, como ustedes sabrán aprender, no era lo mío; lo mío siempre fue la política, por eso el porfiriato fue otra cosa, porque lo de ellos no era precisamente lo que para nosotros venía a ser la patria, como tampoco lo que fue la victoria aquel 5 de mayo, única en sí porque después nos dieron unos cuantos madrasos esos franceses fresas y compatriotas vendidos, porque no sólo fueron franceses los que se las dieron contra nosotros aquel 5 de mayo, aunque yo no estaba ahí mero, pero sí estaba desde la sala de control, que como se imaginará cualquiera no tenía tanta tecnología como las de ahorita, aunque tenía a un Zaragoza, Nacho le decían, un López Uraga y a un jefe como yo, por lo que la batalla contra los franceses estaba ahí, tampoco que los güeros éstos eran tan chingones, ahí los meros-meros eran otros, esos que vinimos a poner la república y el laicisismo en la casa del señor, es decir, México, un lugar tan chingón como la pintura que alguna vez serví para comprar y que hoy, sí una fecha muy especial para mí, quiero compartir en este espacio para la reflexión de un momento tan importante para vuestra casa: ¡Viva México!

lunes, 4 de mayo de 2009

Editoriales # 1

Con todo lo que pasa en la actualidad, tan ligado a lo que pasó en la historia, los próceres de las Monedas Parlanchinas editorializarán sobre distintos eventos del mundo de hoy. Argentina, México, Estados Unidos, Europa, Uruguay, Suiza, en fin: el mundo de la numismática parlanchina. En esta edición, la moneda argentina de 25 Pesos de 1968 que tiene a Sarmiento en la cara, nos hablará sobre un tema muy de hoy: la Influenza y la pandemia hasta hace pocos días porcina.

La Influenza del Facundo

Por Mingo


Ya lo había yo dicho mucho tiempo atrás, pero parece que la guadaña se desafiló. La aglomeración de personas de color en tierras fiscales no conlleva nada positivo. Shakespeare lo había puesto en “Macbeth”, cuando citó a la Influenza o spanish flu, pero la lectura sabemos que no es popular. También lo había yo dicho en el “Facundo”: si no se educa al indio, los cabecitas van a llegar al barrio. Y de a montones. En vez de leer por las noches, éstos prefieren mojar la chaucha con su mujer o la del vecino. En fin, los pibes no paran de llegar y llegar, y la mala lectura engendra más pobreza y, definitivamente, más pibes con ojos oscuros. Porque si yo soy “el padre del aula”, chicos, el viejo les dice que las aulas están vacías. Es decir, no se aprende ni se enseña nada. Ya sea porque no hay presupuesto o porque no hay papel, los libros siempre pecan por su ausencia en las aulas de mis escuelas. Condicionados por la historia o no, y en resumidas cuentas, se nos fue de las manos la cantidad de personas de color por metro cuadrado en condiciones de analfabetismo, drogadicción y enfermedad. Y lo digo yo que de copas siempre entendí; con tres copas podían ganar un quiero vale cuatro en un pica-pica cualquiera. Entonces, ¿cómo no quieren que haya pandemias, si los gobiernos no se acordaron de afilar la guadaña cuando poblaron sus espacios geográficos? Sí, afilar la guadaña... Se las dejo de tarea.