domingo, 17 de mayo de 2009

Editoriales # 4


Se pudrió todo otra vez en México y el escándalo político volvió durante las campañas. Ahora no fueron videos que inculparan a algún candidato o funcionario del gobierno, la escandalosa actualidad se desata con las palabras del ex presidente Miguel De la Madrid. Así es. Para el que alguna vez lo dudó, las palabras son poderosas y hasta estruendosas. Por todo esto, en el editorial de hoy tenemos el honor de contar con la columna del mismísimo Patatas Morelos, la moneda del héroe de la independencia que también las hace de miembro cohesionador de Las Monedas Parlanchinas. ¡Enhorabuena!

El Alzheimer, De la Madrid y el folclor nacional

Por: Patotas Morelos

Por más acá que pueda parecer, la política es ese agujero negro que el hombre de Estado siempre lleva detrás. Que no se me malentienda, pues, porque lo que quiero decir es que el ex presidente Miguel De la Madrid, el mismo que a punto de terminar sus días dijo que iba a hablar por radio, cosa que no pude hacer yo, se las vio negras cuando Carlos Salinas lo mandó a callar por hablar groserías de él y su hermano Raúl. ¡Qué desmadre! Hay sí…
Esto es propio de las campañas mexicanas, digo, electorales. Porque el escándalo siempre estuvo presente, ya sea por un pinche video en You Tube, por un video-escándalo en Hechos, por los candidatos en sí, la lana que se gasta la iglesia o por las palabras de un ex presidente. Qué la arman tanto de a tos, preguntaría, si el escándalo es parte del folclor nacional. Ahora resulta que los frijoles y el arroz se cuecen porque un don habla en amplitud modulada. Y sí, qué de milagros en el mundo del señor, citando textualmente a mi colega el Cura Periñón.
O sea, si Salinas no tiene cola que le embadurnen, ¿por qué se molesta que don Miguel y don Alzheimer hablen, por fin, de lo que todos ya saben: de que acá se robaron todas las carnitas del asador. Ni el chicharrón dejaron los canijos. Y si no: ¿cómo se explica que un priista sea el mero-mero de la izquierda? Otro lugar olvidado de la historia mexicana, maya, tolteca, cholulteca, azteca y demás: a los políticos se les olvida que hay gentes que pueden pensar, aunque ellos no quieran. Por lo tanto, en este sentido, es decir… la gente ya sabe que don Miguel quiso decir lo que dijo, con todo y el Alzheimer, una enfermedad de la chingada, y que su hijo, otro junior más, no sepa que el folclor nacional ya está hecho.
Aunque no le guste a él o a sus cuates, el agujero negro del hombre de Estado mexicano son sus nepotismos y su parentela. Si no, ¿cómo se explica que Nicolás De la Madrid, el hijo del ex presidente confesor, diga que su papá no sabía que chingados estaba diciendo sobre la verdad mentirosa, sobre su sucesor y protector? De eso hablaba el don, de la verdad que no se quiere llevar. Ahora, ¿será verdad?
No sé, pero sí que llegó el momento de que en México se haga un juicio legal y justo contra Carlos Salinas de Gortari. El de la popular ya se hizo, por eso don Miguel, antes de dejar este lugar material, quiso hablar al tú por tú con una periodista que dice las cosas del tingo al tango. Es decir: algo parecido a lo que le pasó, hace poco en Argentina, a don Raúl Alfonsín, el padre de la con que se come, se educa y se cura. Y no se la curen, porque ha sido positivo que De la Madrid haya dicho lo que tenía que decir, como yo y las demás colaboradoras de este espacio de expresión parlanchino.

No hay comentarios: