domingo, 19 de abril de 2009

Entre la tumba y la moneda testimonial

Buenas, buenas…
¿Qué, ya se despertó Don Raúl?
Ma’ qué despertar, si ya soy fiambre.
Bueno, no se me atore que por lo menos usted mortadela no es. Yo le decía por el 'buenas, buenas' con que cortó el silencio.
No te asustes, che. Tanteaba por si tenías ganas de charlar, viste que acá estamos como un poco solos.
Y hablando de acá, ¿qué va a pasar cuando ya le construyan su propia tumba en la Chacarita? No vaya a ser que le pase como al General Perón, sus manos, y a Evita. Y encima yo acá en su saco; la verdad que no ando como para más movimientos.
No te preocupes que a Chacarita no vamos, vamos a la Recoleta piba. Además, yo con esos: nada que ver.
Ah, ya es todo un cajetilla usted. Ya lo escuchaba decir: 'nos vamos a Recoleta, baby'.
No me digas eso, que nada que ver. Además por pensar así muchos se tragaron el sapo de Carrió y cia.
Cia no, Don Raúl, fue el ARI y después la CC.
Ya sé piba. ¿Y qué me contás de las candidaturas testimoniales?
¿Si tengo una fija?
Fija no, qué va. Qué me decís del disparate del que habla el violín del presidente.
¿Violín? Si ese suena más desafinado que banda militar.
¡Já! Sí, ¿no?
Y sí, Don Raúl. Usted imagínese que un tipo que no puede juntar los ojos y mira derecho, seguramente que no va a tener un proyecto muy focalizado que digamos.
Y vos imaginate que una persona con tendencias a entrarle duro a los postres, sobre ajustes, cinturones y recorte de víveres no ha de querer escuchar mucho.
Por eso le digo que la Gorda está bien: a ella la dieta no le cabe. Así que no creo que vaya a venir para hacer ajustes presupuestarios como otros lo han hecho.
Pero si en el Plan Austral entrabas vos moneda, digo Libertad; ¿de qué te quejás?
De nada, si somos de las monedas más lindas que hubo en la Argentina. Pero yo le decía por otros que no fueron usted, que hicieron monedas feas y recortes horrorosos.
Ah… no sé. Pero entonces, ¿cómo ves la movida de las candidaturas testimoniales?
Creo que si seguimos así, la verdad Don Raúl, vamos a pasar de las candidaturas a los votos testimoniales.
¿Votos testimoniales?
Sí, los votos testimoniales. Vea, ya que con las candidaturas testimoniales...
Bruta palabra, ¿no?
Y vio, uno se va de la tierra y los giles empiezan a inventar palabras nuevas. Pero como le decía, la historia vendrían a ser como que uno vota a alguien que en realidad pone el nombre en la boleta y nada más, después asume otro.
Más bien, después andá a cantarle a Gardel.
Así es. Con los votos testimoniales, entonces, la idea sería que el puntero vaya a votar a nombre de todos los habitantes del municipio, testimonialmente. ¿Me capta?
¡Sí, una ganga! Pero eso ya se hizo, che. Nomás se le decía diferente.
Muchas palabras nuevas desde que estamos en el ataúd. ¿Quiere que le haga un raconto?
¡No! ¿¡Vos que te creés que soy, un ignorante!?
Eh, Don Raúl… Usted sí que es bravo.
Bravo no: gallego.
Ah bueno, así sí…

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